Colocar su producto en los estantes de Estados Unidos es el sueño de muchos empresarios internacionales. Es un mercado gigante, diverso y con un enorme potencial de consumo. Sin embargo, antes de que su producto pueda venderse en supermercados de Nueva York o cafés de California, debe pasar por un riguroso proceso regulatorio.
Entender los requisitos de ingredientes alimentarios para EE. UU. no es solo una formalidad; es la base para el éxito de su exportación. El principal organismo regulador es la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), y para ella, la seguridad del consumidor es innegociable.
Todos los componentes de su producto deben ser aprobados como seguros o pasar por el proceso de petición de aditivos alimentarios, siguiendo estrictas reglas de etiquetado, especialmente para los alérgenos.
En esencia, nada entra al suministro de alimentos del país sin la aprobación de la FDA. La agencia es responsable de garantizar que los alimentos vendidos en EE. UU. sean seguros, saludables y estén etiquetados de forma correcta y transparente. Para un exportador internacional, esto significa que la adecuación a las normas de la FDA no es opcional.
Ignorar estas regulaciones puede resultar en consecuencias serias, como la detención de los productos en el puerto, el rechazo de la carga o incluso la destrucción de la mercancía.
El perjuicio financiero y de reputación puede ser enorme. Por lo tanto, el primer paso para quien desea exportar alimentos a EE. UU. es simple: estudie y siga las directrices de la FDA al pie de la letra.
En el universo de la FDA, los ingredientes se dividen en dos categorías principales. Entender esta diferencia es fundamental.
En español, "Generalmente Reconocido como Seguro". Esta es una designación para sustancias consideradas seguras para su uso previsto en alimentos.
Esta seguridad se basa en un largo historial de consumo por parte de la población o en evidencia científica publicada. Piense en ingredientes comunes como la sal, el azúcar, el vinagre y diversas especias. Son tan conocidos y estudiados que no necesitan una aprobación formal previa de la FDA antes de ser utilizados.
Cualquier sustancia que no se encuadre en la definición de GRAS y que se añada intencionadamente a los alimentos es considerada un aditivo alimentario. Esto incluye conservantes, colorantes, emulsionantes, edulcorantes y muchos otros.
Para estos ingredientes, la regla es clara: necesitan una aprobación previa a la comercialización por parte de la FDA antes de poder ser utilizados en productos vendidos en EE. UU.
Los ingredientes GRAS ofrecen un camino más rápido al mercado, mientras que los aditivos alimentarios exigen un proceso regulatorio más largo y complejo.
El estatus GRAS genera muchas dudas. ¿Cómo puede una empresa afirmar que su ingrediente es GRAS? Existen dos vías principales:
Para evitar problemas al introducir nuevos ingredientes en el mercado de los EE. UU., se recomienda obtener una notificación GRAS.
Si su ingrediente no es GRAS, será tratado como un aditivo alimentario. Esto significa que debe presentar una "Petición de Aditivo Alimentario" (Food Additive Petition) a la FDA.
Este procedimiento requiere un dosier completo con pruebas científicas sólidas que demuestren la seguridad del aditivo para el consumo humano en los niveles propuestos.
El dosier debe incluir:
La FDA revisa la petición en un proceso que puede durar varios años. Si la agencia considera que el aditivo es seguro, emitirá una regulación que especifica los tipos de alimentos en los que puede usarse y en qué niveles máximos.
Es un camino más largo y costoso, generalmente reservado para sustancias verdaderamente nuevas en el mercado alimentario.
Una vez que sus ingredientes están en conformidad, el trabajo no ha terminado. La forma en que los declara en la etiqueta es igualmente importante.
La FDA exige que la lista de ingredientes sea clara, en orden decreciente de peso y que utilice los nombres comunes o usuales de las sustancias.
Un punto de enfoque crítico son los alérgenos. La "Ley de Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor" (FALCPA) exige la declaración clara de los principales alérgenos alimentarios.
Recientemente, la lista fue actualizada y ahora se conocen como los "Big 9":
La presencia de cualquiera de estos alérgenos debe ser declarada en la etiqueta, generalmente en una declaración "Contiene:" justo después de la lista de ingredientes.
Las fallas en el etiquetado de alérgenos son una de las principales causas de retiros de productos (recalls) en EE. UU.
Es crucial entender que el cumplimiento no se limita solo a la composición química de su producto.
La Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA) de la FDA cambió el enfoque de reaccionar a la contaminación a prevenirla. Esto significa que la FDA también examinará toda su cadena de producción.
Para los exportadores, la regla más relevante de la FSMA es el Programa de Verificación de Proveedores Extranjeros (FSVP).
Esta norma exige que el importador en EE. UU. verifique que sus proveedores extranjeros cumplen con los estándares de inocuidad alimentaria de Estados Unidos.
Esto implica tener un plan de seguridad alimentaria, realizar análisis de peligros e implementar controles preventivos en su planta. Por lo tanto, tener sus ingredientes aprobados es solo una parte de un sistema de seguridad mucho más amplio que necesita implementar.
Si necesita ayuda para comprender y garantizar que sus productos cumplan con las regulaciones de la FDA, consulte a profesionales regulatorios como B2B TradeCenter, para obtener orientación.
Navegar por los requisitos de ingredientes alimentarios de la FDA puede parecer un laberinto regulatorio, pero está lejos de ser imposible. La clave es la planificación, el estudio y, sobre todo, la transparencia.
La FDA prioriza la seguridad, y demostrar que su empresa comparte este compromiso es el primer paso para construir una presencia de confianza en el mercado.
Comience por categorizar sus ingredientes, invierta en la documentación necesaria para probar su seguridad y preste mucha atención al etiquetado, especialmente a los alérgenos. Recuerde que cada detalle importa.
Con una buena preparación, conquistar el mercado de Estados Unidos puede ser un logro estratégico y muy rentable para su empresa.
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